Apenas dos meses nos separan del inicio de las negociaciones de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de grandes almacenes.
Una vez se ha producido la preceptiva denuncia del convenio colectivo actual, que expira el próximo 31 de diciembre, a lo largo del mes de enero quedará constituida formalmente la mesa negociadora que tendrá la responsabilidad de abordar la que sin lugar a dudas va a ser una de las negociaciones más importantes que ha vivido este sector desde su constitución englobada en un patronal, ANGED.
Los trabajadores y trabajadoras de este sector han quedado como las plantillas que más rebajas de las condiciones laborales han soportado dentro del sector del comercio de la mano del convenio colectivo actual, bajo pretexto de la crisis económica y financiera que ha azotado con especial crudeza a nuestro país en los últimos años, a pesar de que las empresas que aplican este convenio son las que mejor han soportado en sus cuentas los impactos de la desaceleración del consumo.
La pérdida de poder adquisitivo a unos niveles comparables a los existentes en la década de los noventa, era uno de los primeros efectos que producía el convenio (niveles de vida actúales con el poder adquisitivo de 1996), pero no quedaban ahí los efectos, tal como recogen los datos del último informe anual de la patronal ANGED, se constata lo siguiente:
- Se ha pasado de cerca de 300.000 empleos directos a la firma del anterior convenio a los 228.123 actuales.
- Se ha incrementado el número de nuevos establecimientos hasta aumentar en 228 sólo en el último año.
- Un crecimiento continuado de los últimos 25 meses por encima del 2%, avanzando las ventas constantes en el 2015 hasta el 3,6
Esto es sólo un ejemplo de que la crisis del sector fue sostenida en mayor medida por los trabajadores y trabajadoras, que vieron la degradación de sus condiciones laborales a ritmo vertiginoso y que los sitúa en la actualidad en cotas de precarizacion sin precedentes.
Por todo lo anterior nuestra responsabilidad en la negociación del próximo convenio es todavía mayor si cabe, poniendo sobre la mesa la imperiosa necesidad de restituir lo expoliado por los firmantes: reducción de la jornada anual, mayor protección de los periodos de IT, la NO consideración de los domingos como día laboral ordinario, etc, una labor que se está concretando en la confección de una plataforma de negociación con cerca de los novecientos delegados y delegadas que la UGT tiene en las distintas empresas del sector y que son conocedores y sufridores del actual convenio y que, una vez perfilada, os detallaremos puntualmente.
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